La protección de los museos y patrimonio histórico, el ejemplo del Alcázar de Toledo

El reciente incendio en el Alcázar de Toledo, sin consecuencias graves, -gracias al eficaz funcionamiento del sistema de detección de incendios instalado y la rápida intervención de los Bomberos-, hace necesario una reflexión sobre la protección contra incendios en edificios patrimoniales y museos.

Autor: Antonio Tortosa, vicepresidente TECNIFUEGO
Publicado:
24-06-2022

En el caso del Alcázar de Toledo el fuego se produjo por un problema de calentamiento (según fuentes abiertas) en el cuadro eléctrico de la sala de climatización, en la planta sexta donde se aloja el Museo del Ejército, justo debajo de la Biblioteca de Castilla-La Mancha. El sistema de detección y alarma alertó de la incidencia y la pronta actuación de ocho dotaciones de bomberos permitieron controlar el fuego en poco más de una hora, sin tener que lamentar daños en el contenido ni en el edificio.

Este es el gran reto que tenemos los especialistas en protección contra incendios en espacios patrimoniales e históricos, cuidar del edificio y de sus obras de incalculable valor sin perjudicarlos.

Para poner un ejemplo donde se visualice perfectamente el riesgo, podemos pensar en las obras especialmente en los cuadros. La capa pictórica(pinturas), al calentarse debido a un incendio, hace que los materiales como el aceite y otros componentes se reblandezcan, además de los efectos del humos, hollín y residuos. Esta circunstancia unida a los efectos del agua debido a la intervención de los bomberos produce un cambio de temperatura, que hará que se cristalice la superficie, siendo muy dificultosa, sino imposible la restauración de un bien que era necesario proteger y conservar.

Por ello, un material de este alto valor y sensibilidad requiere para su protección frente a los incendios, sistemas y elementos desarrollados específicamente para su salvaguarda, como son los que utilizan determinados agentes para la extinción, que sean lo menos dañinos para las obras de arte aportando eficacia en la extinción y con la mayor garantía del cuidado de las obras. Se trata de sistemas de extinción basados en gases, polvo y otros productos que se desarrollan a la medida del museo.

Otro producto desarrollado específicamente para salvaguardar las obras (pinturas, retablos, esculturas, libros etc.) del calor extremo que produce un incendio, un tejido desarrollado específicamente para proteger de una temperatura elevada y de los elementos anteriormente mencionados que produce un incendio, pues no estropea la pintura por contacto o rozamiento. En caso de exposición al calor de un incendio, no se funden y no se adhiere a la obra que protege del fuego.

Es un tejido multicapa flexible, ligero y adaptable al tamaño y forma de la obra a proteger, ya sean cuadros, esculturas, libros o cualquier otro objeto. Químicamente los materiales son inertes, no contienen ácidos, e impiden el paso del agua, de la luz, del humo, y de las partículas de combustión…

Igualmente, debemos señalar como hemos visto en el suceso del Alcázar, en el ámbito de la detección y la gestión remota de alarmas, la tecnología contra incendios ha evolucionado con las comunicaciones y permite que los sistemas de detección sean cada vez más eficaces y seguros. Así, con la gestión remota, se puede atender y gestionar las señales de mantenimiento de todos los sistemas, y la conexión a una Central receptora de alarmas de incendio (CRI)

Estos sistemas de extinción conectados a una CRI son muy rápidos y eficaces para la detección y control del incendio por su rapidez y evacuación de obras si fuese necesario.

Legislación española

Cabe recordar la legislación aplicable para la seguridad contra incendios en museos que queda recogida en el Código Técnico de la Edificación Documentos Básicos de Seguridad Incendios (DB SI), en el apartado Uso de Pública Concurrencia. En el caso de almacenamiento, laboratorios, talleres, archivos, garaje, etc. se consideran zonas de riesgo especial y mantienen unas condiciones exigibles superiores, que quedan recogidas igualmente.

Además, para que los sistemas y equipos contra incendios puedan garantizar su eficacia es obligatorio el mantenimiento. Para realizar un correcto mantenimiento, se deben cumplir los requisitos señalados en el Reglamento de instalaciones de protección contra incendios, RIPCI, que las empresas mantenedoras estén habilitadas por su respectiva Comunidad Autónoma; disponer de la documentación de los sistemas y equipos que se vayan a revisar y guardar las actas de mantenimiento, etcétera.

Existe una compleja y extensa investigación y desarrollo por parte de las empresas de PCI en esta área, como hemos mencionado: agentes extintores que son menos dañinos, eficaces en la extinción, con total garantía del cuidado y protección de libros, mapas, grabados, pinturas y manuscritos, etc. Así como protección pasiva especial para actuar como escudos térmicos en las obras y objetos de valor (tejidos multicapa, armarios especiales), entre otras medidas que se utilizan actualmente para proteger las obras de arte y patrimoniales.

Con estos avances, implementados por empresas especializadas, podremos garantizar la salvaguarda de nuestro arte y patrimonio.

Pero como siempre indico debe haber una colaboración ESPECIAL con los bomberos, departamentos de seguridad y personal de los edificios donde están depositadas las obras.      

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