“Situación actual del sector de PCI y la necesidad de realizar un exigente mantenimiento preventivo”

Con todos los cambios que últimamente vivimos, es importante compartir con cierta periodicidad la situación y evolución de la protección activa contra incendios que protege nuestras actividades, la situación del mercado, su reglamentación, la transformación de sus productos y de los servicios que desarrolla. Con este objetivo analizamos las tendencias en el sector de la protección contra incendios.

Autor: Carlos Chicharro, director Área Protección Activa. TECNIFUEGO,
Publicado:
20-04-2023

Nuestra actividad se desarrolla por exigencia legal en todo tipo de mercados, si bien, las actividades industriales, logísticas y vinculadas al sector servicios han sido las que han tenido últimamente más inversión en instalaciones contra incendios, además cada vez con más frecuencia, estas inversiones van acompañadas por la concienciación cada vez mayor que empresas y grupos tienen sobre la importancia de estas para su protección, igualmente las compañías aseguradoras preocupadas cada vez más por los siniestros y sus consecuencias económicas, establecen unos requisitos y exigencias cada vez mayores a los sistemas de protección que aseguran.

Los siniestros de las empresas están siendo más importantes en los últimos años como consecuencia de que los valores de los activos expuestos son cada vez más altos, las cadenas de suministro son más complejas y prolifera la creciente concentración de exposiciones en un solo lugar, además cada vez son más frecuentes las reclamaciones en las que hay una brecha significativa entre el valor declarado del asegurado y el valor de reposición del bien dañado en un incendio.

También las reclamaciones por pérdidas de interrupción del negocio son más frecuentes, debidas a los actuales modelos productivos que en muchas ocasiones priorizan la producción centralizada frente al riesgo que supone de parada de actividad en caso de incendio.

Respecto a la reglamentación y normativa, seguimos evolucionando con la revisión del Reglamento de Protección contra Incendios (RD 513/2017) y el Reglamento de Seguridad contra incendios en Establecimientos Industriales (RD 2267/2004), estas revisiones están permitiendo la racionalización de algunos diseños y esperamos faciliten igualmente su interpretación para su aplicación, su revisión conlleva además, la aplicación como de obligado cumplimiento de algunas normas UNE que aunque ya se utilizaban, no siempre estaba clara su  aplicación. En lo que se refiere a la normativa europea sigue siendo necesario agilizar la armonización de estas normas, ya que esta circunstancia sigue complicando la justificación de productos y sistemas para su legalización ante la Administración.

En lo que se refiere a nuevos productos y desarrollos tecnológicos, aunque no ha habido importantes soluciones disruptivas de producto o sistemas, sí que es evidente que todos los fabricantes y desarrolladores siguen apuntando a la mejora de su eficacia y prestaciones. En el caso concreto de los sistemas de detección, se persigue cada vez más su integración con otros sistemas de gestión que aúnen toda la información que pueda sernos útil en caso de incendio. Tener cada vez más información centralizada y disponible de todos los sistemas de protección contra incendios es un valor al alza y facilitará la gestión remota de los sistemas contra incendios. 

Con relación a los servicios, se demanda cada vez más la necesidad de la profesionalización y cualificación de técnicos y operarios, ya que todas las empresas exigen servicios eficaces y competitivos, y para prestarlos, es fundamental disponer de este conocimiento y perfiles. En este sentido, se sigue avanzando en promover la formación profesional reglada en protección contra incendios, que resolverá muchas de las necesidades que tiene el sector en la contratación de personal cualificado para la instalación o mantenimiento. La profesionalización en contra incendios es sin lugar a dudas una necesidad, y asegurará un futuro profesional para quién la realice.

 

 

En lo que se refiere a los diferentes servicios de protección activa contra incendios, uno de los más importantes y quizá también de los menos valorados, sea el del mantenimiento preventivo, al tratarse aún en muchas empresas como “un gasto obligatorio” más que como “una inversión necesaria”. Por este motivo, es cada vez más importante identificar las razones por las que estos servicios suponen una buena inversión, para ello analizar algunos indicadores de estos servicios nos puede ayudar a poner en valor su importancia.

Algunas de las preguntas que son clave para identificar, desarrollar o supervisar un adecuado servicio de mantenimiento contra incendios pueden ser:

¿Qué debe exigirse al mantenimiento y a la empresa mantenedora?

Sencillamente que cumpla la legalidad según el RIPCI (RD 513/2017) y que mantenga los sistemas en correcto estado de servicio, para ello debe que documentar las revisiones con un certificado, protocolos de mantenimiento de todos los elementos probados, así como con un informe donde se indiquen las anomalías y recomendaciones necesarias para que los sistemas estén siempre en servicio. Adicionalmente, además es recomendable auditar las instalaciones en su diseño, comprobando que estas siguen siendo eficaces para los riesgos que protegen, ya que nuestras empresas tienen cambios y los sistemas han de adecuarse para seguir siendo efectivos. 

 

¿Qué importancia tiene la cualificación del personal de mantenimiento?

Es fundamental, además de un requisito legal, ya que la responsabilidad que la empresa que contrata delega en la empresa mantenedora, implica el cumplimiento del reglamento de protección contra incendios (RD 513/2017) y la ley de prevención de riesgos laborales, por tanto, exige la cualificación del técnico titulado competente que certifica y supervisa las revisiones, así como de los operarios cualificados que realizan las mismas en campo; garantizando su formación adecuada, su necesaria experiencia y asegurando que las auditorías internas de los departamentos de prevención de las empresas, las inspecciones de los organismos de control o de la administración, serán conformes en este aspecto

 

¿Qué consecuencias tiene realizar un mantenimiento defectuoso?

Cuando no mantenemos conforme a la legalidad una instalación ponemos en riesgo la seguridad de las personas y la continuidad del negocio de la propia empresa, ya que estamos fomentando algunas de las causas más habituales en caso de incendio:

 

  • sistemas de protección fuera de servicio.
  • componentes de los sistemas dañados y no operativos en el momento de su actuación.
  • sistemas de protección no adecuados para los riesgos que protegen.

 

además, estas consecuencias implican responsabilidades civiles para las empresas y por desgracia en algunas ocasiones penales para las personas, que por supuesto en este último caso no cubre ninguna compañía aseguradora.

 ¿Qué ventajas tiene realizar un mantenimiento adecuado?

Garantizamos que las instalaciones protegen realmente la empresa de forma activa, si las instalaciones no fueron correctamente realizadas en su momento se evidenciarán sus anomalías, se supervisará que los sistemas siguen siendo adecuados a los cambios que tenga la empresa, sé mejorará la percepción de seguridad de la empresa hacía las personas, confiarán en su protección y su imagen se verá reforzada, las posibles inspecciones internas o externas cada vez más frecuentes serán conformes; y en caso de incendio, con mayor probabilidad los daños se minimizarán y la compañía aseguradora no desestimará su responsabilidad por incumplimientos en los sistemas.

La protección contra incendios nos exige aportar en los próximos años soluciones cada vez más eficaces, por ello, además de seguir avanzando en el desarrollo de productos o sistemas de protección activa, de realizar los mantenimientos de forma adecuada y con personal cualificado, y potenciar los servicios de gestión remota que permitan una supervisión constante de las empresas, será igualmente cada vez más necesario trabajar conjuntamente con soluciones de protección pasiva, ya que la mejora de la eficacia exige soluciones conjuntas que faciliten igualmente el trabajo y mejoren los tiempos de intervención de los servicios de emergencia.

 

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